No hay nada como ser Águila y caer de pie.
Si tu humor no es tuyo… ¿de quién es? ¿Alguien te lo da, se lo quitas, es innato…?
A ver… ¿Tienes el humor que quieres? ¿Esperas a que te llegue de afuera o…
lo generas para sentirte como te quieres sentir sin depender? Yo prefiero elegir cuál, el mío, no que me lo decidan, porque si dependo de que me lo den o tenerlo por “inspiración”, con la misma le estoy dando el poder al otro para que me lo quite! Porque hace algo que me disgusta, que es desagradable, feo, antipático, borde…
Y no. ¡Gracias! Yo decido qué tipo de humor quiero tener, generármelo, decidir primero, está claro, he de decidirlo, una decisión, luego la actitud. Una chispa, soplar la llama, avivarla, hacerla crecer.
Yo no tengo el humor que quiero, Quiero tener el humor que decido. Me mudo de valdosa, pues ésta no es la mía.
Gracias.